¡Es tan liiindo!

A nuestra casa se acercó un perrito. Precioso, un puppy, de mirada alegre. “No me mires” dije al verlo por primera vez. Es que me enamoro de los perros y después los sufro con toda el alma cuando se van al cielo de los perros. Los lloro largo y tendido. Hemos perdido muchos perros y no queremos cogerle cariño, pero es que es liiiindo (como decía una amiga nuestra al ver a Brad Pitt en “Meet Joe Black”)

Para que tengan una idea, parece al perro de los Simpsons. Igualito de flaco y de ímpetu. Tiene el pelo bien cuidado, solo que está flaco porque no come mucho. Pero es liiiindo. Tiene tonalidades marrón con crema y las puntas negras. Nos espera en el patio, nos mueve la cola y juraría que se está riendo conmigo. Chulo, chulísimo.

¿Dónde estará el dueño? ¿Lo habrá abandonado? Quiero pensar que no…que nadie es capaz de abandonar un perrito así de lindo. ¡Es que tiene un collar! Parece perdido.

CASO RESUELTO: Es nuestro. Creo que lo vamos a adoptar. Ya le hemos dado comida par de noches y ya se cree nuestro. AAWW! Tan liiindo. Si apareciera el dueño pues… qué bueno. Pero si no… es nuestro.

La verdad es que nos hace falta alegría al hogar luego de varias cosas tristes que nos sucedieron en el mes de agosto.

Mientras tanto tenemos que pensar en un nombre. No estaría mal “Regalo de Santa” como el de los Simpsons. Considerando que nuestra familia es cristiana le podemos a poner “Regalo de Jesús”, Holy, Cross, Proverbios o algo así. Pero a mi me gustan los nombres de comida. Mis últimos perros se llamaron: Bailey’s, Canela, Coco y Caramelo. Siguiendo esa línea este parece Chocolate, hmmm!

Ya les contaré y se enterarán si me convierto en madre nuevamente o si seré solo una anfitriona.¡Es que es tannn liiiindoooo!