Esta reflexión es vieja pero quiero compartirla con mis amigos, porque a veces no nos damos cuenta de lo afortunados y millonarios que somos. No se ustedes, pero yo soy billonaria con el amor que recibo de mis hijos, mi esposo, mi familia y de Dios.
¡Qué Dios los bendiga! Zue
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Hace ya un tiempo,
Un hombre castigó su pequeña niña de 3 años
Por desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado.
El dinero era escaso en esos días
Por lo que explotó en furia,
Cuando vio a la niña tratando de envolver una caja
Para ponerla debajo del árbol de navidad.
Mas sin embargo,
La niña le llevó el regalo a su padre la siguiente mañana y dijo:
'"Esto es para ti, Papito'".
El se sintió avergonzado de su reacción de furia,
Pero éste volvió a explotar cuando vio que la caja estaba vacía.
Le volvió a gritar diciendo:
'"¿Qué no sabes que cuando das un regalo a alguien
Se supone que debe haber algo adentro?'"
La pequeñita volteó hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo:
"Oh papito, no está vacía, yo soplé besos adentro de la caja,
Todos para ti, papi."
El padre se sintió morir puso sus brazos alrededor de su niña y
le suplicó que lo perdonara.
Se ha dicho que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama
por años y siempre que se sentía derrumbado, él tomaba de la caja
un beso imaginario y recordaba el amor que su niña había puesto ahí.
En una forma muy sensible, cada uno de nosotros humanos hemos recibido
un recipiente dorado, Lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos,
Amigos, familia o de Dios.
Nadie podría tener una propiedad o posesión más hermosa que esta.
"El odio despierta rencillas;
Pero el amor cubrirá todas las faltas."
Proverbios 10:12
Tomado de: Reflexiones Cristianas - www.renuevodeplenitud.com
Miércoles 20 de Febrero de 2008
Madre, esposa, hija, amiga, trabajadora, cristiana, respostera-manicochera, artesana, profesional y mil cosas más. Una mujer que tomé un espacio para expresarme ya sea quejarme o compartir una vivencia diaria a mi manera. Comparto lo que siento en el corazón compartir y que me lea quien me quiera leer. Este es mi espacio y aquí hago lo que me da la gana... Aunque siempre el Señor tiene la última palabra termino escribiendo lo que Él quiere que escriba... para Su gloria.
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